La Astrología es una antiquísima tradición que ha acompañado a las civilizaciones de Oriente y Occidente durante milenios. Si bien se ha ido adaptando con el paso del tiempo a las diferentes épocas, las preguntas que preocupan a mujeres y hombres siguen siendo básicamente las mismas, no importa que se refieran tanto a un plano material (trabajo, relaciones de pareja, $, etc.) como a un plano espiritual (¿quién soy? ¿cuál es mi destino?).

Y la Astrología nos ofrece respuestas a todas esta preguntas.

La Carta Astral es una herramienta de autoconocimiento, de nosotros mismos y de las circunstancias que nos rodean. En su tiempo el más famoso oráculo de la antigüedad, el oráculo de Delfos tenía en la entrada una frase que decía “Conócete a ti mismo”. Esta ha sido una de las máximas filosóficas de nuestra cultura y para esto nos sirve la Astrología. ¿Cuál es mi lugar en el mundo?, ¿Quién soy yo de acuerdo a un propósito mayor? La búsqueda de sentido ha sido siempre una de nuestras preocupaciones más profundas y la Astrología nos proporciona un mapa simbólico de quién somos, por qué estamos aquí. ¡Es como si hubiéramos nacido con instrucciones! El Cosmos nos proporciona esas instrucciones o ese mapa, pero un tiene que caminar el camino. Por ejemplo, si uno nació con el Sol en Aries (el Sol es la posición a la que nos referimos cuando decimos “yo soy Aries” o “yo soy Virgo”) sus motivaciones, aspiraciones, su identidad, simbolizadas por el Sol, va a ser la del guerrero, la del pionero; va uno a tener que aprender a no ser demasiado impulsivo, enojón e impaciente, pero a la vez querrá ser uno independiente y asertivo. Hay una cualidad de líder. Y si además tiene esta persona el ascendente, que nos habla de personalidad y apariencia, en Acuario, por ejemplo, su papel a representar en las relaciones y la manera de presentarse frente a los demás (funciones del ascendente también) será desapegada, lo que llamamos “cool”, gregaria, imparcial pero queriendo demostrar que ella o él, sí sabe y su opinión es la correcta.

Conforme más planetas añadamos más complejo se va volviendo, sin embargo podemos considerar al Ascendente, la Luna y el Sol como los tres puntos básicos. Hay que mencionar que muchas veces en la carta de una mujer, el Sol describe al hombre, es decir, describirá a su padre, a la figura masculina interna, con la cual no necesariamente se identifica; por eso a lo mejor una mujer Aries no se identifique mucho con Aries, pues se identifica más con su signo lunar, que en las cartas de los hombres, tienden a simbolizar las figuras femeninas. Esto tiene más que ver con un condicionamiento cultural, que hemos visto empezar a cambiar en los últimos años, de que la mujer tiene que ser pasiva, emocional, nutritiva y sólo apoyar, cualidades lunares, y el hombre, tiene que seguir sus aspiraciones y motivaciones, su independencia como individuo, etc,, cualidades solares. ¡Por eso por medio de las Astrología podemos vivir una vida más rica y completa!

¿Pero, estamos determinados por los astros en todo? No, de hecho la visión de la Astrología es muy contraria a lo que se cree, pues no estamos totalmente determinados, ya que podemos tomar decisiones, pero tampoco somos totalmente libres, ¡pues estamos obligados a tomar decisiones en la vida! Hay una parte de nuestras circunstancias que no podemos cambiar. Astrológicamente hablando, no podemos cambiar ciertas configuraciones pero si podemos cambiar nuestra respuesta y actitud frente al conflicto simbolizado por esa configuración al entenderla en un contexto más amplio que ordene y de sentido a nuestras experiencias. ¿Entonces? Precisamente se trata de que mientras más nos conozcamos a nosotros mismos mayor libertad tendremos para tomar decisiones que sean las más adecuadas a nuestra naturaleza, temperamento e individualidad. Lo que la Astrología no puede hacer es decidir por nosotros, pero si nos puede ayudar a tomar una mejor decisión. Esto no es muy diferente de la perspectiva de la Psicología Analítica desarrollada por Carl Jung, pues si pensamos en los planetas como diferentes partes de la psique (y es que el cielo es un mapa del alma), probablemente unas en conflicto con otras, al reconocer todas estas partes e integrarlas desde una perspectiva más amplia, tendremos mayor creatividad, libre de compulsiones no reconocidas, para afrontar la vida en armonía con el mundo que nos rodea.